Memorias

Con el tiempo el recuerdo es menos y la sensación es más.

viernes, 18 de junio de 2010

En sólo 2 cm


Viernes 11 de junio de 2010 23:04

Mientras escribía la fecha me acordé de mis dos diarios. Uno lo hice con 13 años, escribí el primer día y nunca más. Era el de terciopelo rojo con hojas fechadas para todo un año. El otro, el marrón imitación cuero con llave, era un diario para 5 años, cada hoja estaba dividida en 5 secciones de unos 2 cm donde debías escribir lo que te había pasado en un día, algo muy difícil o muy fácil, dependiendo del ánimo.

Solía tomar el diario cuando me pasaba algo importante pero eso pasaba muy pocas veces y, claro, al empezar a escribir y buscar lo último que había puesto llevaba retraso. Entonces escribía de corrido "este mes no he hecho nada especial, comer, ir al colegio, deberes, tuve un examen, salí bien, o medio bien, leí un libro" y así hasta terminar el espacio, pero cuando llegaba al día importante no tenía sitio, solo dos centímetros, además existía la probabilidad de que lo leyera mi hermano o mi madre, realmente no creo que ella tuviese tiempo para leer mi diario pero ¿y si ocurría? ¡no! todo debía contarlo de manera que sólo yo lo entendiera. Luego pensaba que si lo ponía muy enredado lo más probable era que me olvidase y, pasadas unas semanas, no me enterase de nada. Siempre encontraba la calma que da tener una letra atroz que sólo yo podía descifrar y, tranquila, escribía.

Con lo poco que me dejaban salir lo más probable era que no pasase nada en un par de semanas, de modo que escribía de nuevo de corrido robando lineas a los días venideros, resignada a que esos días estarían mejor si los ocupaba en recordar lo que sólo ese día me había pasado, y podía escribir algo como "vino a verme mientras esperaba el autobús del colegio, a eso de las 6 y 45 y se quedó conversando unos diez minutos y se fue, me contó un chiste muy gracioso, me preguntó por mi hermano, por la tarde se lo conté a mi hermano y se partía de la risa, ¿que iba al colegio y pasó por tu parada? ¿a las 6:45? nosotros entramos a las 8 y el colegio queda a 3 manzanas" ¡Dios! eso quería decir que había madrugado para pasar por mi parada sólo para conversar conmigo, no me lo creía, y no porque no pensase que yo no era bastante motivo sino porque no concebía que alguien perdiera una hora de sueño por la mañana por algo que podía hacer por la tarde y él siempre iba por la tarde a casa a estudiar con mi hermano; me tocaba abrirle la puerta porque golpeaba tan despacito que nadie le oía, y mi ventana en el piso de arriba daba justo a la puerta y el hacía sonar el candado como si fuese un grillo, sólo yo lo escuchaba. Debo aclarar que debí ser la única adolescente que no oía música todo el tiempo.

Para mi la música es una actividad que se hace igual que leer un libro sólo que dura menos. No puedo tener música encendida, si tiene letra, a menos que cante tan alto como el cantante, es más, suelo interpretar el concierto, imaginar el escenario, las luces, puedo ser Lady Gaga mientras conduzco por Madrid, de hecho hoy lo fui.

2 comentarios:

  1. Hola, Amalia.
    Muy entretenido el post.
    Pero, tengo unapregunta: dónde está el perrito? ¿es una ventanilla?
    Porq la primera impresión q tuve es q salía del suelo, jeje.

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  2. Está asomado en una casa de un pueblo de Segovia llamado Cañicosa. Esta es la única foto, que he puesto en el blog, que no he tomado yo. La hizo Juanfer.

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