Memorias

Con el tiempo el recuerdo es menos y la sensación es más.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Horizonte Vertical

Escorpión. Semana del 27 de noviembre al 3 de diciembre de 2011: “Cualquiera que fuere el estado en que se encuentre tu relación, parece vislumbrar un resplandor romántico y sensual en la atmósfera. Sin duda, debieras ser quien tome el toro por los cuernos y concrete la cita.”

¡ Imposible ! ¿Concretar la cita si apenas me mira cuando me habla? El otro día tropezó con mi trasero al pasar detrás de mi, me sacudió toda y él no dejó de leer la sentencia. Luego se enfadó con el procurador y gritó media hora, casi ronco me pidió una taza de café, y de mi trasero... bien gracias. 

Cualquiera que fuere el estado de mi relación ...” El estado es ...¿en suspenso? ¿no definida? Llevo nueve meses aquí, sólo estamos él y yo, y  no hemos conversado nunca de nada. Bueno, miento, si que hablamos. En la entrevista me preguntó si tenía libertad de horario, que lo mismo terminamos a las once de la noche o que nos íbamos a Barcelona un lunes sin avisar. Que no quería inconvenientes con eso. Y la verdad, salvo la mala madre que tengo en la maceta de la cocina, nadie me iba a extrañar y por lo que me paga yo no volvía a mi casa en un año.

Mi escritorio está diagonal al suyo. Me mira a cada instante pero no fija la mirada en mí, es como si yo fuese su horizonte. Un horizonte vertical.
Me pide que le siga a donde él vaya, comemos juntos si estamos solos y si comemos con clientes él me presenta como su secretaria y listo, no me vuelve a dirigir la palabra. Yo se ser muy discreta y he llegado a mimetizarme con el mantel, siempre sentada en su diagonal. 

En los vuelos o en el tren es igual, se sienta y se pone al teléfono, voy pasándole una a una las llamadas y en cuanto termina dice: Me despiertas al llegar. Una vez fuimos NY y no dejó de dormir ni un segundo del viaje. 

En los hoteles pide habitaciones contiguas y trabajamos en la de él, luego pide la cena, comemos y se mete a la ducha. Eso da por terminada la jornada.

¿Será una invitación a acompañarle? Yo suelo esperar unos minutos, él lo sabe porque no escucha la puerta cerrarse. Me quedo por si necesita algo, cuando pasa un tiempo prudencial me despido pero no me responde, ese silencio suyo es mi respuesta, son nuestras claves.

Por la mañana vamos al gimnasio. Yo me he comprado licras y tops a juego, incluso con escote. Entramos y yo espero a que se instale, él siempre busca una corredora que tenga algo en diagonal, de modo que nos ponemos en nuestros sitios. Mientras corre me mira, todo el tiempo, y corre ocho kilómetros cada mañana. ¿Será ese el resplandor romántico?

Ayer vino un cliente, lo recibió en la sala de juntas, estuvieron hablando tres horas y ni una taza de café. Al salir el hombre, dio un largo suspiro ni bien cerró la puerta. Me miró y se interrogó íntimamente, eso lo se yo, su cara era un signo interrogativo perfecto.

Entré a la sala y lo encontré revisando documentos con la cara morada, pensé que estallaría pero sólo contenía la respiración, como jugando a quién aguanta más.

Le pregunté si quería una coca cola y no me contestó, eso significa que sí. Fui a por ella y cuando le acercaba el vaso lleno por la izquierda, él giró la silla y me lo derramó encima. 

Estaba helada, un cubito de hielo quedó atrapado en mi escote pero no podía moverme, sus ojos se quedaron viendo el cubo de hielo mientras este se derretía. Daba la impresión de que era su calor el que lo fundía. Nos quedamos así hasta que desapareció. 
¡Ese ha de ser el resplandor sensual! 


Pero ¿cómo tomo el toro por los cuernos? ¿qué le digo? ¿cenamos? Siempre cenamos. ¿Vamos al cine? Tiene tiempo para dormir 7 horas, no puedo quitarle dos horas para ir al cine y yo tampoco. 

Los sábados aprovechamos para hacer investigación, vernos con todos los personajes a los que no puede citar en el despacho. Y los domingos medita. 

Tengo prohibido interrumpir su meditación del domingo. Incluso cuando estamos de viaje. Se encierra en su habitación, no come, no habla, no sale, y yo que soy andariega me voy a conocer las ciudades. ¿Será así lo de tomar el toro por los cuernos? ¿Debo hacerle salir en domingo?

“Es muy posible que esta reunión pruebe algo para ambos; una especie de sentido de pertenencia en todas las formas posibles. Esta semana, la inspiración aparecerá de golpe.

Esta semana”, es decir, ahora, y la inspiración es esta misma idea. ¡La reunión es esa salida en domingo!

Si tenemos esa especie de sentido es aquí donde se probaría. 

Él me gusta mucho y no sé el por qué. 

Me excita cada grito que le pega al procurador, y ese modo de colgar el teléfono, y cómo se queda enfurruñado. Cuando me pide el café suelo desabrochar mi camisa a medias, como si acabase de ocurrir y no me he dado cuenta y luego, cuando apenas le ha dado un sorbo y lo deja tirado en la mesa, suelo llevarme la taza y, sin que me vea, bebo de su jarro, imagino que el calor que le queda a la taza lo ha entregado él con su boca. Si la taza sigue tibia paso el asa por mi cuello, siento sus dedos posados en ella que me rozan. 
Nunca me había pasado esto, creo que es esa mirada perdida en mi horizonte vertical. Ese vivir juntos sin rozarnos bajo las sábanas.

“Ésta puede tener que ver con trascender tu nivel de educación actual. Tú sabes que en los días que corren, la información es poder. Si te sientes paralizado en un peldaño de la escalera, un curso o una segunda carrera de grado –o postgrado- podría ayudarte a ascender mucho más rápido.”

WHAT???? ¿Quién escribe estos horóscopos?

2 comentarios:

  1. Pues se ve que de ninguna manera quiere perder una colaboradora tan eficaz y hasta ahí podemos llegar.

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  2. jejejeje, a ver qué le dice el horóscopo la próxima semana XD

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