Memorias

Con el tiempo el recuerdo es menos y la sensación es más.

jueves, 2 de junio de 2011

Spinoza, es el principio.



Aquí estoy, lejos. 
Donde quería, donde en su día decidí. Y me digo: ¿Lo decidí?
Según Freud no hay coincidencias. No hay situaciones aleatorias. No hay mayor determinista que él.
Las personas que me han acompañado durante el camino en que me “he hecho” no están junto a mi.
Tengo mucha gente que guardo en mi memoria. Mis amigas, aquellas que me acompañaron parte, o todo el trecho.
Muchas siguen conmigo, conectadas a fuerza de internet. Otras lejanas, a pesar de que nos duele. 
Mi historia. Lo que me define, se cuenta a trozos. Trozos lejanos. 
¿Soy una suma de trozos?
¿Soy un trozo de ellas?
Hoy es un día de esos, en los que se recapitula, a pesar de que la razón indica parar.
Hay una persona que conozco, que lee unas cinco novelas al mes, cuando menos. Adoro leer sus críticas. Me parece alguien tan limpio. Tan impetuoso.  Hoy leí que pretendía empezar con la ética de Spinoza.
Y me pregunto: ¿Seguirá siendo tan inocente, una vez que entre en el mundo del cuestionamiento?

No es lo mismo leer literatura que filosofía. No es lo mismo, porque la literatura es la historia que nos cuenta alguien, y la filosofía es la lectura que nos lleva a leernos a nosotros mismos. 
A veces esa lectura nos pone tan tristes. Nosotros frente a nosotros. Nuestros motivos frente a nuestros principios. Nuestra fe frente a nuestra razón.
Le diría tantas cosas para disuadirlo.
¿Ya leíste a Descartes? ¿Eres ateo? ¿Quieres estar confundido, justo ahora que tu hija tiene menos de cinco años?
¿Comulgas con los Estoicos? ¿Comulgas con los Cínicos? ¿Puedes encontrar la esperanza intrínseca de los Nihilistas?
Sigue con el idealismo. Persigue la historia coherente. Critica la literatura.  Lee una novela cada tres días. Domina ese arte. Ese que no espera ser protagonista, pero si exige rigor.
Creo que te voy a perder, como mi lector de cabecera, amigo mío. 
Cuando empieces a diferenciar la Causa de la Sustancia. Y cuando esta sea además la que construya el piso de todo lo demás. Entonces te rebelarás. Ya no será Spinoza. Ese determinismo estoy segura que te será inaceptable.
Puede que camines por el Nihilismo. Puede que te divierta Schopenhauer, hasta que su razón no te sea suficiente. Y puede que sea tu propia voluntad la que te obligue a alejarte de todo eso. 
Yo, me he quedado a medio camino. Un burro estacionado. Ni para atrás, ni para delante. 
Sigo leyendo, es un vicio. Pero leo, como quien estudia una lengua extranjera. Es el único modo que encuentro, para leer filosofía, sin cuestionar 43 años de decisiones.

2 comentarios:

  1. ¡Qué me vas a perder!

    Muy bonito Ami, sembrándome la duda en plena crisis existencial. (Esto es broma, claro). Yo no me preocuparía. Lo peor que me puede pasar es que tenga mas armas para el ataque.
    Irán todos, espero: Spinoza, Descartes, Russell y Nietzsche para empezar. Luego ya veremos con que nos encontramos.

    Un abrazo,

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  2. Es que quiero que sigas leyendo a la velocidad del rayo, no sabes todo el trabajo que me ahorras, seleccionas lo mejorcito del espectro actual. Y disfruto tanto con tus entradas. Me da miedo pensar que te pases el mes sobando cada hoja, que cuando llegues a la quinta decidas volver a empezar.
    Vicente Serrano tiene un libro anterior "Nihilismo y Modernidad", si ya vas por ahí, ese te lo recomiendo.

    Un abrazo fuerte :)

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